Uno de los grandes atractivos del Draft de 2024 era saber si Bronny James, el hijo de LeBron James, sería elegido, por qué franquicia y en qué puesto. Todos estos rumores comenzaron desde que LeBron firmó con Los Ángeles Lakers y declaró que unos de sus objetivos era jugar con su hijo en la NBA.
Finalmente, Los Ángeles Lakers le dió el gusto y con su pick de segunda ronda del NBA Draft número 55 eligió a Bronny James. Los James se transformarán en la primera dupla de padre-hijo en jugar en la NBA al mismo tiempo, haciéndolo además en el mismo equipo.
Jugadores históricos escogidos con el pick 55
La elección número 55 rara vez se convierte en un jugador que capte toda la atención. El mejor número 55 de la historia de la NBA sería el actual escolta de los Miami Heat Patty Mills, elegido en 2009 y que ha anotado 7.893 puntos en 15 temporadas.
Otras selecciones destacadas con el número 55 son Marc Iavaroni, Mark Blount, Kenny Gattison y E’Twaun Moore. Nunca ha habido un número 55 que haya sido All-Star de la NBA, All-NBA, All-Rookie o All-Defensive.
¿Cómo juega Bronny James?
Te comentamos brevemente la forma de juego de Bronny, sus virtudes y defectos al momento de entrar a la NBA.
Virtudes de Bronny James
Bronny James destaca principalmente por su excelente capacidad atlética. Actualmente, utiliza esta combinación de velocidad y salto principalmente en defensa, donde, junto con sus largos brazos, supera el promedio de rendimiento para jugadores de su estatura. Es un gran reboteador, promediando 5.3 rebotes cada 36 minutos, y también sobresale en robos.
En ataque, su mayor fortaleza radica en involucrar a sus compañeros. Aunque no es un base puro, es un jugador altruista y de equipo, que, incluso como novato en la NCAA, registró el doble de asistencias que pérdidas.
Defectos
El principal desafío para Bronny hoy en día es su falta de capacidad anotadora. En su único año en la NCAA, lanzó apenas un 26.7% en triples, un 68% en tiros libres y un 36% en dobles fuera de la pintura. Además, aunque tiene la altura de un base, su manejo de balón es deficiente y rara vez puede crear su propio tiro.
En 25 partidos con USC, anotó solo 20 tiros cercanos al aro y promedió 2.5 tiros libres cada 36 minutos. A menudo, parece un jugador con movimientos mecanizados, carente de fluidez y creatividad, y su contribución en los ataques fijos es limitada.