Juan Pablo Vaulet, elegido con el pick 39 del draft 2015

El 25 de junio de 2015 no fue un día más en la vida de Juan Pablo Vaulet. El entonces jugador de Weber Bahia fue seleccionado con el pick 39 por los Charlotte Hornets y traspasado a Brooklyn Nets, justamente los anfitriones del evento. Repasaremos lo que significó en ese momento para el cordobés y que se vislumbraba en su futuro para el hoy jugador del Manresa en la Liga ACB de España. También veremos las principales elecciones de ese año y las sensaciones de ese momento.

Juan Pablo Vaulet fue el primer jugador argentino en ser seleccionado en el Draft de la NBA desde el 2003 (Carlos Delfino) y el único en 27 años en ser elegido directamente desde la Liga Nacional de Básquetbol (Jorge “El Gigante” González, en 1988). El siguiente fue Leandro Bolmaro en 2020.

¿Qué se pensaba de Juan Pablo Vaulet en junio de 2015?

Aparte de significar un guiño positivo para un ineludible recambio generacional del seleccionado y también para el proyecto general de la LNB, con el debut de la Liga de Desarrollo, y particular de Weber Bahía Basket, club en el que militaba Vaulet y en el cual fue campeón de la de la LDD (con trofeo al MVP incluído), la elección del alero cordobés debe ser tomada como eso: una posibilidad.

Demostrar que uno realmente pertenece a la NBA no es tarea fácil; en la actualidad, los drafteados en la segunda ronda no tienen garantías. Deben partirse el alma en la pretemporada y demostrar que merecen ocupar un lugar en la plantilla. Si logran pasar ese primer filtro y firmar un contrato garantizado, lo más probable es que pasen más minutos en la G-League que entrenando con el plantel profesional. Lesiones, cambios y necesidades pueden abrir lugares esporádicos en el banco, los cuales serán rellenados por aquellos de mejor rendimiento provenientes de “la reserva”. Vaulet hoy es una apuesta de los Brooklyn Nets; ellos están apostando a que él, eventualmente, será capaz de sortear todos estos obstáculos para convertirse en un talento digno de competir en la mejor liga del mundo.

La noticia esperanzadora es que la cúpula directiva los Nets lo cree fervientemente: ellos pensaban elegir a Vaulet en el puesto 41°, pero como los Charlotte Hornets se enteraron de su decisión premeditada, aprovecharon la situación para sacar el mayor rédito posible. Los Hornets seleccionaron a Vaulet como moneda de cambio, a sabiendas de que Brooklyn iba a estar dispuesto a pagar por él. ¿El precio? Dos elecciones de segunda ronda en futuros Draft. Si los Nets estuvieron dispuestos a ceder dos posibles proyectos por él, es porque verdaderamente creen que vale la pena.

El momento de la elección de Juan Pablo Vaulet

Temprano en la segunda ronda, Juan Pablo Vaulet confirmaba los rumores que sería seleccionado. En la transmisión de la TV no se mostró el momento en el que Mark Tatum, subcomisionado de la NBA, nombra al argentino. Podemos ver el conteo antes de la selección de Charlotte y la placa con el anuncio.

El alero ya participó en varias pretemporadas con los Nets, pero aún no logró dar el salto y firmar un contrato para debutar en la NBA. ¿Lo logrará? Él mismo declaró en contra de su posibilidad de dar el salto a la NBA. En marzo 2021, respondió al respecto:

«De momento no me veo jugando en la allá. Quiero seguir aquí, estoy muy cómodo en la ciudad y en el club. Creo que mi futuro está en Europa»

Entrevista en Mundo Deportivo

Últimas noticias de Juan Pablo Vaulet

En octubre 2021, precisamente el miércoles 06, el nombre de Juan Pablo Vaulet se volvió a escuchar entre las noticias de NBA. Los Brooklyn Nets transfirieron sus derechos junto a una TPE (Excepción de traspaso) a Indiana Pacers a cambio de Edmon Sumner y una segunda ronda de 2025 perteneciente a Miami Heat.

¿Quién es Edmon Sumner? Un guardia que disputó hasta antes del traspaso 108 partidos en la NBA, todos en Indiana. Promedió 14,1 minutos por partido, anotando 5,7 puntos, 1,5 rebotes y 1 asistencia por partido.

¿Constelaciones o estrellas fugaces? El tiempo dirá

Como todos los años, se gastó mucha tinta (real y cibernética) hablando del Draft, de las promesas más importantes y de su posible adecuación a tal o cual equipo. Como todos los años, mucho de lo dicho sonará absurdo en el futuro, ya que nadie es capaz de predecir cómo se desarrollará cada individuo, cómo le afectarán los cambios de ser un alumno universitario a un basquetbolista millonario en cuestión de meses, cómo se adaptará al ambiente organizacional del cual empezará a ser parte y toda una serie de factores innumerables que pueden hacer que un draft pick N°1 termine en la ruina y un N°57 sea cuatro veces campeón de la NBA, con un oro olímpico incluido (como Manu Ginóbili).

Lo poco que realmente se puede afirmar del Draft, una vez terminado, son conjeturas acerca de los proyectos de cada franquicia en relación a cómo juega cada uno de los elegidos.

Por ejemplo, los Minnesota Timberwolves tenían la primera elección y fueron por Karl-Anthony Towns (Universidad de Kentucky), para la gran mayoría el talento con mayor proyección para futuro. Towns es un interno de 2.11 metros que parece ser el prototipo de “pivot ideal” para el estilo de juego predominante en la NBA.

Maneja con mucha destreza su cuerpo a pesar de su altura, es rápido, tiene un incipiente tiro exterior al igual que una buena capacidad para definir en la llave, posee sólidos instintos defensivos, es un muy buen pasador para su posición y todavía “está verde”, que para los más optimistas significa que su techo es el cielo ya que tiene mucho por mejorar. Junto con Andrew Wiggins (N°1 del Draft 2014), formarían la base sobre la cual Minnesota construiría su futuro.

El talento elegido luego de Karl-Anthony Towns

El N°2 fue D’Angelo Russell, un base-escolta que, si puede trasladar a la NBA lo que hizo en el NCAA, podría tomar la posta que dejará Kobe Bryant en Los Angeles y ser el nuevo dueño del equipo. En algo se parecen: Russell posee una confianza en sí mismo que roza la soberbia pero que también fue el mismo combustible que llevó a Bryant a jugar en los Lakers en primer lugar.

El perimetral proveniente de Ohio State tiene un buen porte físico (1.96 metros), es un excelente anotador con su mano izquierda, tiene una habilidad innata para encontrar a sus compañeros cuando cortan o cuando él penetra y es particularmente creativo con el balón en las manos.

Si bien no demostró la velocidad que suelen tener la mayoría de los jugadores en su posición, lo compensa con la agilidad que tiene al leer el juego y decidir. Al verlo jugar, se nota que tiene estudiados a un par de escoltas zurdos destacados de la NBA actual, uno de notable barba y otro con prominente nariz y orígenes sudamericanos.

Juntos es mejor
Desde 2019, Russell juega en Minnesota junto a Towns, y Andrew Wiggins defiende a los Golden State Warriors. Por lo que los pick 1 y 2 del Draft 2015, comparten franquicia.

Russell y Towns en Minnesota
Russell y Towns en Minnesota

Jahlil Okafor, un jugador que no logró lo que se esperaba

Jahlil Okafor terminó en Philadelphia, tras ser elegido tercero. Luego de una temporada deslumbrante en la que lideró a Duke hasta el campeonato (17.3 puntos y 8.5 rebotes, lanzando un notable 66.4% TC), el pivot no podía faltar en el podio del Draft ’15.

Con tan solo 19 años, parece ser el jugador más preparado para hacer un impacto rápido en la NBA (Spoiler: No lo fue): su cuerpo (2.11 metros y 125 kilogramos) y su estilo de juego cerca del canasto tienen las condiciones necesarias como para, al menos, establecerse como una opción sólida de gol. Por estas características, algunos llegaron a tildarlo como un futuro Tim Duncan; personalmente siento que aquellas comparaciones dejan de lado, como mínimo, lo dominante que es el interno de San Antonio en el costado defensivo, algo que Okafor no mostró consistentemente en su año universitario.

New York tenía una responsabilidad inmensa en el cuarto lugar: luego de la peor temporada de su historia, debían encontrar una manera efectiva de volver a ser competitivos. Phil Jackson no se dejó llevar por el cortoplacismo que suele ser moneda corriente en la historia reciente de los Knicks y seleccionó a Kristaps Porzingis, probablemente una de las apuestas más riesgosas, pero con la posibilidad de que el retorno sea gigantesco.

El letón que inició una cábala en New York

Porzingis es un ala-pivot nacido en Letonia que jugó las últimas temporadas en el conjunto de Sevilla, de la liga ACB. Con 2.16 metros, es sorprendente la facilidad que tiene para moverse en la cancha y para resolver con agilidad situaciones con y sin la pelota.

Su versatilidad ofensiva lo convierte en un arma de mil usos ya que sabe definir tanto dentro de la llave como fuera de ella, en transición y en ataque fijo, de media y larga distancia (tiró 54% de dobles y 38% de triples en la última temporada). En defensa, es extremadamente largo y tiene muy buena movilidad para coberturas. La mayor duda proviene del desconocimiento, ¿será capaz de adaptarse a una liga tan atlética y veloz como la NBA? ¿Podrá armar su cuerpo para adquirir peso y fuerza, quizás sus mayores faltantes, sin perder rapidez?.

Gracias al desconocimiento en Estados Unidos del básquet internacional, los fans de los Knicks se sorprendieron por la elección y abuchearon a su nuevo jugador. El tiempo le dió la razón a Phil Jackson, y la elección de Porzingis fue su mejor legado como General Manager de la franquicia de la gran manzana. Desde ese momento, como «cábala» los fans abuchean cada pick de los Knicks en el momento del draft. Desde principios de 2019, el jugador juega en Dallas Mavericks junto al Esloveno Luka Doncic.

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